03 Ago

Sé quien has venido a ser (primera parte)

Salgamos de la cultura del necesito, carezco, quiero, deseo y pasemos a la cultura de la generosidad en la que vivimos en la abundancia del ser. Disminuye el ritmo de una vida acelerada.

¿Qué das por sentado en tu vida y estas cerrado a cambiar de perspectiva? ¿En qué áreas de tu vida te empeñas en tener la razón? Escribe todo lo que piensas.

¿Qué le ocurre a tu consciencia cuando te imaginas que formas parte de algo más grande? ¿Qué te ocurre cuando te dices que estas conectado a una fuente inagotable de recursos, sabiduría y potencial? Respira diciendo <<la luz de mi interior me guía en mi despertar.

El comportamiento que nos impulsa a tener y acumular está basado en la inseguridad, en la escasez y en la creencia de que si tenemos más seremos más, más valiosos, más amados, más aceptados por nuestro entorno. El ego busca el reconocimiento externo porque no sabe que todo tu potencial está en el interior.

Seamos conscientes de un sexto sentido que nos guía en la dirección de nuestros anhelos más profundos, que dota de sentido nuestra vida, que nos aconseja como una brújula interior por donde seguir nuestro camino. El sexto sentido llamado intuición, es el sentido del espíritu, es una voz que siempre ha estado ahí pero que no podemos escuchar desde la corriente de la prisa.

Saber que en tu camino cualquier inconveniente te brinda una oportunidad de aprendizaje. Escucha tus voces internas. Medita 5 minutos 3 veces al día. ¿Cuáles son tus satisfacciones reales?

Deja de correr, ¿qué te falta? Nos levantamos con prisa, trastornamos nuestras horas de sueño y descanso, trabajamos rápido para cumplir todas las tareas y citas de nuestras agendas, eso nos agota y nos vacía por dentro, no paramos, no nos escuchamos, no satisfacemos nuestras necesidades reales así que la solución es seguir corriendo y llenando huecos compulsivamente: comprar, consumir, comer. ¿Qué nos falta? Para el ritmo que prioriza el hacer y el producir por encima del ser y del vivir. Tomate el día con calma, imagina que acabas de despertar y tienes todo el día por delante, puedes hacerlo todo igualmente pero de una forma pausada y conectada con tu ser. Actúa desde la calma y la serenidad de tu ser, haciendo cada tarea con consciencia y disfrute.

Dentro de nosotros existe un enorme espacio interno de potencialidad y creatividad, un espacio al que no solo no sabemos acceder, sino que nos empeñamos en ignorar. A pesar de ello tenemos la inercia de acumular conocimiento externo, de buscar afuera las respuestas, la sabiduría, de formarnos y deformarnos llenándonos de información. Cuanto menor es la cantidad de información y recursos, mayor es el potencial del ser humano de encontrar soluciones. El conocimiento no es sabiduría.

Mientras no nos damos cuenta de que nuestra vida está gobernada por pensamientos inconscientes, automáticos, repetitivos, no podemos frenar esta dinámica que se perpetúa a sí mismo como ruido. Escucha: serás sabio, el comienzo de la sabiduría es el silencio. Observar significa ser testigo del pensamiento, no el pensamiento mismo, es decir, no identificarme con ese pensamiento. Busca la respuesta en el mismo lugar de donde uno la pregunta. Quien tiene las preguntas, tiene las respuestas. La cualidad del momento presente es que somos, no tenemos miedo porque no estamos proyectando nuestra existencia en el futuro y no experimentamos limitación porque no estamos basando nuestra experiencia en el pasado. En muchos casos, la parte más brillante de nuestro ser permanece en la oscuridad. Imagínate que eres una gran biblioteca pero que no sabes cómo acceder a ella.

Cada vez que resuenes con algo que lees o con algo que alguien te dice, cada vez que un mensaje llega a ti y te impacta es porque tú ya conocías anteriormente ese mensaje, pero lo habías olvidado. Para acceder a esa fuente inagotable de conocimiento necesitas una llave, la intuición. Conocer es recordar. Adquirir conocimiento consiste en recordar lo que el alma sabia antes de encarnar. La intuición es la llave que abre la puerta de tu sabiduría. La intuición es el sentido del ser. Los otros 5 sentidos pertenecen al cuerpo físico y lo utilizamos para hacer las experiencias más reales. La intuición permanece dentro, invisible y está ligada a la sabiduría que mora en nuestro interior. La mente racional ha de ser una fiel sirviente de la mente intuitiva. A nuestro ser le gusta la quietud, y esta no puede manifestarse en medio del ruido, de la confusión, de la prisa. Ten la última hora en un espacio de quietud y soledad, estando a solas y encontrarme con mi saber interno. Confía en que no tienes que esperar a que nada suceda, a que tu intuición fabrique un mensaje. La voz que habla desde el interior está ausente de juicio y de comparación con nada ni nadie. La voz del ego es una voz que habla desde el miedo, desde la limitación, la separación. Se pierde en detalles que no tienen importancia, critica, juzga y se compara. Es una voz insegura y ausente de corazón. Desde que naces, eres un canal creativo y estas constantemente recibiendo. El viaje del despertar es recordar quien eres.

A veces heredamos creencias que has integrado sin cuestionarlas, comprueban si te pertenecen o es el momento de abandonarlas, si no son tuyas y ya no te sirven despréndete de ellas. ¿Cuáles son las creencias que están rigiendo tu vida? ¿Esa creencia es tuya o la adoptaste? ¿De dónde viene? ¿Te sirve en este momento? De tu vida? ¿Te da poder o te limita?

  1. Ser consciente de la creencia.
  2. Reconocer la creencia como tal y no como verdad.
  3. Estar dispuesto a deshacerme de la creencia. Aceptar que ya no te sirve y dejarla partir.
  4. Sentir y liberar emociones relacionadas con ella.
  5. Imaginar una alternativa sana e ilimitada a la creencia.
  6. Realizar este ejercicio por escrito por cada una de tus creencias limitantes.

Resuelve el pasado. No podrás avanzar, realizar cambios  y tomar nuevos rumbos si algo del pasado no está resuelto. Cada persona o circunstancia de tu vida que te ha hecho sufrir también te ha hecho avanzar. Los seres humanos aprendemos más de las peores experiencias de nuestra vida. Aprendemos del dolor, la tristeza y la enfermedad. Estas situaciones nos sirven para hacernos más humildes, para agradecer y valorar los buenos momentos. Dejar atrás lo que ya no nos sirve nos empuja a recibir lo que más deseamos. Cada mudanza, cada viaje, cada cambio de trabajo, cada separación, cada vinculo que se rompe con una persona o lugar. Cada experiencia tiene un principio y un fin, cerrar cada uno de esos ciclos nos ayuda a enfocarnos en lo nuevo y construir el siguiente paso. Si creamos nuestro presente basándonos en la experiencia del pasado, estamos destinados a vivir una y otra vez las mismas circunstancias en nuestras vidas. Agradecer todas las experiencias de nuestra vida nos ayuda a comprender que cada paso del camino es necesario, cada error nos ha regalado un aprendizaje, cada experiencia, una oportunidad de madurar. Escribe personas o circunstancias que deseas dejar atrás.

Todos piensan en cambiar al mundo, pero nadie piensa en cambiarse a sí mismo. Lo único constante es el cambio. El cambio es la esencia que mantiene a la naturaleza en equilibrio.

Tenemos un abanico de excusas y que nos inhiben de provocar un cambio: no  es el momento adecuado, no estoy suficientemente preparado, necesito más confianza en mí, no estoy plenamente seguro de que es lo que quiero hacer, etc. Todas ellas son manifestaciones del mismo síntoma: el miedo y la inseguridad que sentimos de dejar atrás nuestra zona de seguridad y aventurarnos a lo desconocido. Así que cuando quieras hacer algo, hazlo. No esperes a que las circunstancias te parezcan favorables. Nunca nos parecerá el momento adecuado, nunca te sentirás preparado, porque la experiencia del cambio es la que nos prepara para el siguiente reto en nuestra vida. La única manera de descubrirlo es acompañar el cambio que sucede incesantemente por si mismo. En cada proceso de cambio lo más natural será sentir que nos falta autoconfianza o inseguridad para llevarlo a cabo, pero esa es la invitación que la vida nos ofrece para sacar todo nuestro coraje y crear la vida que tanto anhelamos vivir. Esa es la oportunidad para el aprendizaje. Si concebimos la vida como un constante aprendizaje, no hay error en este maravilloso viaje.  No hay equivocación, si no enseñanzas que nos aporta madurez. Al final, uno solo se arrepiente de lo que no hace. Lo que has hecho, sea lo que sea, lo ha hecho avanzar, madurar y crecer. El cambio es inherente a la vida. Todo cambia. El universo se encuentra en expansión constante. Al igual que cada planeta, la Tierra tiene su propio proceso evolutivo, pero el ser humano se resiste y la resistencia es el principio del  sufrimiento….ya sabemos que lo que resiste, ¡persiste!

Abrir chat
Hola, soy Yoneice Pineda ¿En qué te puedo ayudar?